Estamos viviendo una situación sin precedentes. Hemos sufrido otros momentos de crisis, pero nada se asemeja a este contexto de parálisis y aislamiento. No hay dudas de que nos sentimos afectados a nivel personal y profesional. Entonces, ¿qué hacer? ¿Esperar o actuar? Déjame hablarte de lo que se puede movilizar a nivel interno para fortalecer el poder personal de los abogados.
Es obvio: los abogados no estamos exentos y nos sentimos profundamente afectados por la incertidumbre que reina en el ambiente. Es cierto que todo funciona de manera irregular: muchos tribunales tienen sus puertas cerradas, otros están abiertos. He hablado con varios colegas y muchos de ellos se sienten estancados, no saben cómo proceder.
Reflexionemos juntos:
- Lo macro —las instituciones, los tribunales, los juzgados, los centros de mediación— está fuera de nuestra influencia y sus movimientos son más lentos.
- Lo micro —nuestro trabajo individual, nuestro estudio— depende enteramente de nosotros.
¿Vamos a esperar a que todo se normalice? No sería la mejor estrategia.
Yo propongo aprovechar la oportunidad para realizar una reestructuración personal y trabajar en uno mismo. En definitiva, quiero invitarte a no quedarte con los brazos cruzados y a no depender tanto del afuera. Este es momento oportuno para potenciar nuestro poder personal.
Cómo potenciar el poder personal de los abogados
Charles Darwin lo dijo hace mucho tiempo: no sobrevive el más fuerte, sino el que se adapta al cambio. Por lo tanto, para potenciar el poder personal de los abogados se requiere algo más que buena voluntad. Es preciso abordar el problema de otra manera, con otra mirada y conciencia.
Necesitamos cambiar, adaptarnos.
Para fortalecer el poder personal hay que conectarse con lo que uno sí puede hacer. La clave es dejar de esperar y de buscar respuestas en el afuera. En este momento, las instituciones enfrentan un serio problema: ¿cómo continuar operando en este contexto?
Encontrar la solución va a llevar mucho tiempo. Mientras tanto, ninguno de nosotros y nosotras puede permitirse el lujo de esperar instrucciones que no sabemos cuándo y cómo llegarán.
Cada uno de nosotros puede avanzar con más rapidez precisamente porque controlamos nuestro ritmo personal y profesional. Entonces, estamos en un momento en el que la gran propuesta es el aprendizaje de la estructura interna, del poder personal.
El desafío consiste en estructuramos hacia adentro para después salir al afuera.
Si nos fortalecemos a nivel interno, tendremos más chance de adaptarnos al mundo que se viene. En otras palabras, lo que podemos aprender internamente es lo que nos permitirá construir un nuevo andamiaje personal que será enormemente útil en el exterior. Debemos ser conscientes de nuestro poder personal.
¿Qué actividades o acciones se pueden llevar a cabo sin depender del afuera?
- Trabajar en uno mismo: revisar distinciones y objetivos profesionales. ¿Queremos tomar otro camino? ¿Buscamos volver a conectarnos con nuestro potencial?
- Revisar cartera de clientes: no perder contacto con los actuales y analizar qué tipo de clientes queremos contactar en el futuro
- Capacitarse: la oferta de cursos online, charlas y webinars es enorme. El aislamiento y la disminución de la actividad profesional son la excusa perfecta para incorporar nuevas herramientas y conocimientos
- Conectarse con lo posible: desarrollar actividades profesionales que no dependen de tribunales. Ejemplo: ayudar a mi cliente a negociar un contrato de alquiler
¿Hay más? Claro que sí, pero justamente encontrarlas depende de cada uno. Las enumeradas aquí son, quizás, las principales y las que recomiendo para potenciar el poder personal de los abogados. Ahora bien, ¿cuáles son los beneficios de actuar de esta manera?
Beneficios de potenciar el poder personal de los abogados
La forma en que nosotros, como abogados y profesionales, nos abrimos camino en este mundo caótico tiene que ver, precisamente, con la reestructuración interna de la que hablo. Conectarnos con lo que podemos hacer es una acción plenamente satisfactoria que produce grandes beneficios.
Cuando trabajamos y fortalecemos nuestra vida personal y laboral a nivel interno, lo primero que obtenemos es un mayor dominio de nosotros mismos. En tiempos de incertidumbre, lograr el autocontrol es una forma de hacerse cargo y de no entrar en pánico.
Tenemos que ser valientes y ser líderes de nuestra vida. De esa manera, evitaremos caer en la parálisis.
Inmediatamente después, ganaremos confianza. Cuando eso sucede, los temores se alejan y la incertidumbre deja de verse como una amenaza. La confianza en sí mismo es, sin duda, una de las armas más poderosas para moverse por la vida.
Con el autocontrol, el autoliderazgo y la confianza en uno mismo no sólo nos hacemos más fuertes sino que también aumentamos nuestra resistencia. En otras palabras, sumamos capacidad para ser resilientes, es decir, estamos más preparados para superar circunstancias sumamente complicadas.
Con este combo de habilidades nos adaptamos a los cambios y nos proyectamos hacia adelante.
El dominio personal tiene que ver con la gestión de las emociones. Dejamos de pensar en lo que sucede afuera y nos vamos hacia adentro para trabajar nuestra inteligencia emocional. ¿Con qué propósito? Lo hacemos para que luego podamos manejarnos, desde esa inteligencia emocional, en un mundo caótico y sin certezas.
Desarrollar la inteligencia emocional
Añadir distinciones como la escucha, la empatía, la presencia, la colaboración y la confianza nos permite dar un salto cualitativo y nutre completamente nuestra vida personal y laboral. La inteligencia emocional es un valor que debe ser integrado en nuestra actividad profesional.
Tenemos la gran oportunidad de agregar herramientas hacia adentro, para luego ir hacia afuera con mayor seguridad.
Sumar esas habilidades y distinciones es posible, siempre y cuando comprendamos que nadie va a pedírnoslo. Es un viaje hacia nuestro interior que podemos hacer sin esperar una reacción del mundo exterior.
Para potenciar el poder personal de los abogados no se necesita que los tribunales y centros de mediación estén funcionando normalmente. Recordemos: la clave es dejar de pensar en lo que no podemos hacer y enfocarse en lo que sí es posible trabajar.
Lo que propongo es dominio personal, que está íntimamente relacionado con el desarrollo de la inteligencia emocional.
El mundo está cambiando. ¿Estás listo para adaptarte? ¿Estás preparado para viajar hacia adentro y conectarte con tus emociones? Puedes comenzar hoy mismo.