Qué es el Coaching Jurídico y cuáles son sus beneficios

El coaching jurídico viene a actualizar y desarrollar habilidades humanas que se volvieron indispensables en el nuevo ejercicio de la profesión. Conectar empáticamente con nuestros clientes, entablar relaciones colaborativas con nuestros colegas y abordar con solvencia audiencias orales son solo algunas de las nuevas herramientas que debemos dominar.

La estructura clásica de aprendizaje en la que la mayoría de los abogados y abogadas nos formamos quedó estancada en el contexto y las necesidades del siglo pasado, el coaching jurídico nos prepara para que podamos dar respuestas a los desafíos de un nuevo mercado cada vez más complejo y exigente. 

El mundo de hoy

Vivimos en un mundo caótico, dinámico e incierto, que está pasando por un momento de redefinición en las dinámicas de interacción humana. Nuevas tecnologías y nuevas formas de comunicación borraron la seguridad de las fronteras creando nuevos mercados y oportunidades, pero también destruyendo algunos modelos de negocio que creíamos eternos.

A este escenario cambiante, abierto e imposible de controlar, se lo denomina mundo VICA. Para ahondar en este concepto y ver cómo influye en nuestra vida laboral te invito a leer el siguiente artículo: “Abogados en el mundo VICA”.

Si no aprendemos a ser cada vez más ágiles, capaces de internalizar y responder al cambio para crecer en esa dirección, vamos a vivir con la sensación paralizante de que todo se nos escapa de las manos, alimentando nuestra ansiedad y stress. 

El primer paso que debemos tomar, particularmente difícil para aquellos que ejercen con la arrogancia característica de nuestra formación, es reconocernos incompletos, reconocer que nos faltan herramientas, habilidades que nos permitan ofrecer soluciones en el contexto actual. 

Esas herramientas, esa actualización de la profesión, es lo que ofrece el coaching jurídico.

Qué es el Coaching Jurídico

El coaching jurídico es un movimiento de transformación personal y profesional. Se trata de un aprendizaje que logra la alquimia entre la formación académica y los recursos personales únicos e irrepetibles con los que cuenta cada ser humano en forma individual.

Esta disciplina se construye sobre la base del coaching ontológico, que propone un proceso de intervención y transformación a través del cual se generan y desarrollan conversaciones, se promueven vivencias que permiten transformar el sistema de creencias o desafiar ciertos modelos mentales de los individuos. Para revisar con más profundidad este tema puedes leer la “Relación entre coaching jurídico y coaching ontológico”.

El coaching jurídico es el encargado de actualizar las competencias del profesional del derecho aportando investigación y conocimientos que expandan su capacidad emotiva y relacional a través de las llamadas “habilidades blandas”, de gran valor y utilidad en tiempos de cambios y velocidad.

Tiene como objetivo acompañar a los seres humanos involucrados ya sea en su forma física o no física (entidades públicas o privadas) en la reconstrucción del tejido social y vincular, más allá de las diferencias que puedan subsistir en él. Nace de la necesidad de integrar nuevos saberes y herramientas no convencionales, no jurídicas, para lograr mejores resultados en el abordaje de una profesión con estructuras rígidas que se encuentra inmersa en un mundo en permanente resignificación.

Cuenta con un abordaje holístico completo, una mirada sobre el conflicto dentro de la cultura del encuentro.

El coaching jurídico implica una transformación personal, la cual es necesaria para mirar con nuevos ojos este nuevo mundo y permite comprender las situaciones desde un abordaje integral, en el cual los contextos emocionales, personales, humanos, sistémicos, forman parte del análisis, y así, las acciones y compromisos no se limitan a los procesos descriptivos y rígidos tan característicos en nuestra labor.

Venimos de una profesión dura, pero eso no significa que nosotros debamos ser duros también. En un mundo líquido, cambiante y lleno de desafíos es fundamental ganar flexibilidad, el coaching jurídico nos invita a empezar un viaje hacia una transformación consciente.

Desarrolla tu poder personal

El primer paso que debes dar para iniciar tu transformación es hacia adentro. Bucear en tu interior es lo que te va a permitir identificar tus potencialidades, tus verdaderas capacidades, tus dones y es donde podrás descubrir tu poder personal.

El poder personal es todo aquello que puedes hacer sin depender del afuera, es todo aquello que solo depende de ti, de tu capacidad de crear y construir.

Preguntarte y definir quién quieres ser, qué quieres cambiar, que puedes brindar, es lo que te permitirá desarrollar estructuras de pensamientos capaces de traer a la superficie las habilidades necesarias para afrontar los desafíos que el mercado plantea hoy.

Cierra los ojos y tómate el tiempo de identificar tus fortalezas y debilidades, busca las anclas que te dan seguridad pero no te dejan crecer, destierra hábitos que representan costos y crea nuevos que puedan nutrirte.

Mirar adentro te va a permitir mirar afuera. Desarrollar tu propia mirada te permitirá confiar en tus criterios, en tu capacidad de análisis sobre cómo abordar situaciones conflictivas. En otras palabras, podrás desarrollar tu poder personal.

Ese posicionamiento, ese ángulo desde donde solo tú puedes ver las cosas, desde donde sólo tú puedes ver el problema es único e irrepetible, ese será tu gran diferencial como profesional.

Desarrollar tu poder personal es lo que te va a permitir desarrollar tu poder humano.

Desarrolla tu poder humano

El mundo cambió y también cambió la demanda sobre nuestros servicios, el problema es que la profesión se estancó y no pudimos brindar la contención que nuestros clientes esperaban de nosotros.

La acumulación de conocimientos, normas, doctrina y jurisprudencia que adquiriste en la profesión ya no son suficientes. La irrupción y el avance de la tecnología desarrolló sistemas de software que cumplen con la función de tener disponible esa información en forma rápida, eficiente e inmediata.

Ya no basta con entender y observar desde un espacio intelectual, para lograr mejores resultados deberás involucrarte desde un espacio emocional, empático y abierto.

El abogado que el mundo necesita es un abogado con poder humano.

El abogado humano, tiene la capacidad de gestionar conflictos complejos, entender las emociones que están detrás de los intereses y las posiciones de las partes, tiene una mirada integral del mundo y los cambios sociales y culturales. Comprende las acciones y dimensiones de los estados de ánimo individuales, grupales y colectivos, tiene un conocimiento profundo de la naturaleza humana, porque ha hecho su propio viaje para conocerse a sí mismo.

Es un abogado que está conectado con su propósito, con su “abogar” y desde ese lugar  conecta con el cliente, para el abordaje de la resolución del conflicto. Es un abogado que es “valorado” por el cliente, es querido, y es respetado.

Pero a diferencia del abogado del viejo paradigma, en el cual el respeto y el valor, estaban signados únicamente por sus conocimientos, diplomas, y/o reconocimientos académicos, en este nuevo paradigma, el valor y reconocimiento de este abogado se encuentra signado por sus valores y comportamiento humano.

Conectar con las emociones humanas del conflicto te dará la dimensión real del trabajo que debes llevar a cabo, podrás identificar los verdaderos objetivos y alcanzar acuerdos que además de provecho traerán paz a todas las partes. Sumar poder humano a tu mirada profesional te dará claridad.

La información dura, rígida y reglada es lo que ya tienes, es la herramienta que adquiriste en tu formación formal y en tus años ejerciendo la profesión, hoy necesitas sumar el desarrollo de la empatía, la resiliencia, la versatilidad, la creatividad, la humildad, la honestidad, necesitas ser más humano, más cercano.

Hoy necesitas desarrollar tus habilidades blandas.

Desarrolla tus habilidades blandas

Las habilidades blandas son aquellas que nos permiten abordar los problemas desde las características más humanas de nuestro ser y no desde nuestra intelectualidad curricular. Ponen en práctica aptitudes emocionales, rasgos de personalidad y valores adquiridos. 

Desarrollarlas nos convertirá en un abogado más completo, capaz de entender el entorno, la demanda y la motivación emotiva de las diferentes posturas. Dominando tus habilidades blandas podrás desenvolverte con seguridad y afrontar cualquier situación, vamos a enumerar aquellas que son esenciales para el ejercicio de nuestra profesión y cuáles son sus efectos sobre el individuo:

• Habilidades comunicativas: Ser claro a la hora de comunicar cualquier eventualidad, ya sea buena o mala, es fundamental.
  
• Creatividad: Tener inventiva propia, pensar fuera del rebaño y generar ideas innovadoras es una de las aptitudes más buscadas.
  
• Responsabilidad: Cumplir con los plazos, llegar en hora, respetar los tiempos de los demás, pondrá en manifiesto nuestra fiabilidad.
  
• Honestidad: Es fundamental ser honesto tanto a la hora de reclamar reconocimiento y emitir quejas, como de reconocer errores sin apuntar a otros.
  
• Proactividad: Tomar las riendas del asunto y encontrar soluciones propias.
  
• Resiliencia: Dejar de preocuparnos por el conflicto y empezar a ocuparnos en la resolución del conflicto.
  
• Tolerancia y diplomacia: Desarrollarlas nos permite trabajar en equipo pudiendo lidiar y liderar distintos tipos de personalidades.
  
• Empatía: Ponerse en el lugar del otro es primordial, ya no solo para cargos con cierta responsabilidad, sino también para el resto de los miembros del equipo.
  
• Adaptación al cambio: Tener la capacidad de adaptarse a los cambios que se presentan es una de las habilidades blandas más demandadas en la actualidad. Seamos protagonistas de los cambios que queremos.
  
• Inteligencia emocional: Es nuestra capacidad de sentir, de entender el mundo a través de las emociones, define nuestro accionar y nuestra predisposición hacia ciertos trabajos, colegas y clientes.

Si podemos dominar el aspecto humano y emocional, teniendo una mirada integral, complementando nuestras habilidades blandas con nuestro conocimiento académico seremos profesionales completos y podremos definir con seguridad nuestra oferta comercial.

Convertite en el abogado que querés ser

Para saber quien quiero ser en la profesión primero debo saber qué me motiva, quién soy, qué soy capaz de dar, cuáles son mis fortaleza y donde se encuentran los logros personales que me llevan hacia la autorrealización.

Como verás el camino hacia el abogado que quiero ser es el camino que recorrimos a lo largo del artículo, es el proceso de transformación personal y profesional que te propone el coaching jurídico, es descubrir tu poder personal ydecidir depender de vos mismo, de tus capacidades, es incorporar tu humanidad al trabajo e identificar las habilidades blandas que te permitan plasmar de la manera más empática tus capacidades intelectuales adquiridas cambiando el paradigma del abogado tradicional. Un nuevo abogado.

Parece un camino largo pero no lo es, ya sabés por dónde empezar: por tu interior.

Es hora de invertir en vos, en tu formación, en tu desarrollo individual, en tu capacidad, en la forma en la que vas a relacionarte con tus colegas, en los lazos que vas a forjar con tus clientes, en aquellos aspectos positivos de tu personalidad que te identifican y te hacen único e irrepetible, en la creación de una nueva oferta comercial, de ponerte en la tarea de definir los grandes objetivos a conquistar tanto humanos como profesionales.

Si te sabés incompleto, si no estás conforme con la justicia ni con la forma en la que llevás adelante la profesión, si sabés en tu interior que podés ser feliz ejerciendo de otra forma y si sabés que todavía tenés mucho para aportar a la sociedad como abogado te invito a que te contactes conmigo. 

Te invito a unirte al abogar emergente.