¿Cuál es tu oferta como abogado?

¿Cuál es tu oferta como abogado?

¿Alguna vez te pusiste a reflexionar qué es lo que más te gusta de tu profesión? ¿Por qué estudiaste abogacía? ¿qué te impulsó e inspiró hacerlo? ¿fue por casualidad? ¿Fue el destino? 

Ya sea que recién te hayas recibido, o hayan pasado algunos años desde ese momento, el cambio y la volatilidad del mundo, del contexto, de la fragilidad de las estructuras externas, la originalidad, frente a las múltiples necesidades sociales que emergen en estos nuevos y cambiantes contextos, te brindan la oportunidad de crear tu propia oferta de valor como profesional, crear y recrear el profesional, el abogado que quieres ser. 

Se terminó el tiempo de la uniformidad, donde todos los abogados debíamos responder a un mismo prototipo o arquetipo, hoy en el mundo de la diversidad de la inclusión, de la variedad, de la innovación, podes ser el abogado que quieras ser, crear tu propio modelo y tu propio diseños, una oferta profesional de valor, única, original, irrepetible, que no necesita competir con otros, porque no hay otro igual, y por el contrario se puede sumar  y encontrar con aquellos que resuenen con sus propuestas y métodos diferentes de abordar la profesión y resolver conflictos.

Llegó el momento de la libertad.

Como abogado, ¿qué es lo que tienes para ofrecer? ¿Desde qué lugar te paras para ejercer tu profesión? Concretamente, ¿cuál es tu oferta como abogado? A primera vista, pueden parecer preguntas básicas, pero en realidad las respuestas no son tan fáciles de descifrar. 

Vivimos en un mundo tan acelerado que la posibilidad de pisar el freno y detenerse a reflexionar nos parece, en la mayoría de los casos, bastante imposible. Hoy esa posibilidad imposible es una realidad, el mundo se detuvo y tenemos la oportunidad de tomar una gran decisión, continuar por el mismo camino o elegir nosotros el camino que queremos transitar.

¿Era esto lo que teníamos en mente cuando comenzamos a estudiar la carrera?


La mayoría de los profesionales egresamos de la universidad llenos de sueños, proyectos y anhelos. Lamentablemente muchos de nosotros no pudimos evitar ser depredados por el sistema, comenzamos a hacer lo que surgía o podíamos en busca de oportunidades, a veces movidos por la pasión y el sentido de justicia y otras, también, por los honorarios. La adrenalina de la urgencia, el correr detrás de plazos, traslados y audiencias nos distrajo, y de a poco, casi imperceptiblemente, dejamos de ver lo importante.  

Pero no solo los sueños quedan en el olvido, sino que nuestros propósitos iniciales se nublan y son reemplazados por la pretensión de ganar dinero. Brindar servicios profesionales y recibir honorarios a cambio no tiene nada de malo. El problema es que el ejercicio de la abogacía —y de cualquier profesión— no debería estar únicamente impulsado por el dinero. Tiene que haber algo más. De alguna manera también debemos ser felices haciendo aquello a lo que dedicamos la mayor parte de nuestra vida adulta.

Pero el tiempo pasa, seguimos inmersos en una especie de amnesia y esta vida única e irrepetible se nos escapa como el agua se nos escapa entre las manos. Hasta que un día, alguna circunstancia particular nos obliga a “hacer click”. En ese momento, emergen las dudas: ¿Por qué elegí esta profesión? ¿Realmente me gusta lo que hago? ¿Cómo llegué hasta aquí?

Muchos de nosotros escogemos la abogacía por algunas de estas razones:

  • Porque forma parte de la historia o tradición de la familia
  • Porque un mandato familiar no nos dejó otra opción
  • Porque alguien nos dijo que se trataba de una carrera fácil
  • Porque vimos que podía ser una actividad rentable
  • Porque queríamos ayudar a los demás 
  • Porque buscábamos resolver las injusticias de la vida
  • Porque nos emocionamos con películas o series donde el héroe es un abogado

Si en la actualidad nos sentimos incómodos con lo que hacemos a nivel laboral, es necesario hacer un replanteo o un “momento cero” de nuestra profesión. Este ejercicio consiste en mirar con distancia y revisar puntillosamente lo que estamos haciendo.

A veces nos encerramos tanto en una forma determinada de pensamiento que terminamos por creer que somos esa ideología o ese sistema de creencias. Más allá de esta jaula que tú mismo construyes o de las razones que te llevaron a estudiar la carrera, mi propuesta es que examines cuál es tu propósito interno y personal para que encuentres tu oferta como abogado.

Puede que la desesperación o el desencanto te hayan impulsado a querer dejar la profesión, ¿no es así? Yo te propongo cambiar de mirada, despertar y encontrar tu “porqué” para recuperar la emoción y el entusiasmo que alguna vez experimentaste. Te invito a desarmar tu sistema de creencias para poder sacar brillo a lo que puedes ofrecer al otro. 

Te invito a “pulir el diamante en bruto que todos llevamos dentro”.


La clave es encontrar una oferta que esté conectada con tus sueños y dones naturales, que pueden ser la creatividad, la escucha, la oratoria o el ser anfitrión, entre muchos otros más. Cuando logres hallar tu oferta, aparecerá algo nuevo y desafiante que te llenará de regocijo.

Tu oferta como abogado.

Concretamente, tu oferta debería ser la fusión entre lo que puedes hacer y lo que puedes dar. Es la unión de tus capacidades personales con lo que aprendiste, lo que quieres y lo que te gusta. Implica estar alineado con tu propósito y con tus pasiones.

El desafío es no pensar únicamente en los honorarios. Una oferta es poderosa cuando se hace cargo de una necesidad que está afuera. ¿Sabes qué? Si tu oferta se presenta como algo valorado y querido por los demás, la gratificación económica llegará sola. 

La pregunta es, ¿cómo puedes lograrlo? En primer lugar debes fabricar tu “propio traje”, que no es otra cosa que hacer un profundo ejercicio de autoconocimiento. Solo tú sabes lo que quieres hacer con tu vida. Solo tú tienes la capacidad de entender qué tipo de profesional quieres ser. Puedes pedir consejo a algún amigo, familiar o colega, pero tu oferta como abogado debe salir de tu interior.

En segundo lugar debes identificar tus propias creencias, ver cuáles tienes que soltar para luego incorporar otras nuevas que realmente estén conectadas contigo. Pon en marcha tu agilidad, intuición y sabiduría para aprovechar el jardín de oportunidades que está allí, a tu alcance. 

Por lo tanto, ¿cuál es tu propia versión del éxito? ¿Qué oferta como abogado quieres presentar al mundo? Transformarse es el gran desafío de los abogados. Lo que te está sucediendo, también me pasó a mí hace unos años. Por suerte, pude cambiar y encontrar un nuevo sentido a mi profesión. Por lo tanto, si no sabes cómo o por dónde comenzar, yo puedo guiarte.

Mi Programa de Coaching Jurídico te ayuda a encontrar tu propia oferta profesional. Descubrirás que armar un plan de acción conectado con lo que realmente quieres hacer es una posibilidad que siempre ha estado al alcance de tu mano, solo que no podías verla. Trabajemos juntos en un aprendizaje transformacional que dará nuevo sentido a tu vida y tu profesión.

¿Estás listo para encontrar tu oferta como abogado?

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

   MASTERCLASS GRATUITA  

Coaching Jurídico® Transformacional

Somos creadores de realidades. Es hora de transformar el ejercicio del derecho. Te invitamos a ver esta Masterclass, es un aporte a esa transformación colectiva hacia una justicia más humana, colaborativa y capaz. 

   NIVEL 1  

Coaching Jurídico® Transformacional

13 encuentros virtuales

2 sesiones de coaching individual

Duración: 3 meses

   NIVEL 2  

Coaching Jurídico® Transformacional

6 encuentros virtuales

Duración: 1 mes y 1/2

   TALLER ONDEMAND  

Abogar Emergente

Curso grabado (ondemand)

Duración: 13 clases

   MASTERCLASS GRATUITA  

Coaching Jurídico Transformacional

Completa el formulario con tus datos y vas a recibir en tu correo electrónico el acceso a la masterclass gratuita.