Oportunidades para abogados en tiempos de Covid-19

Oportunidades para abogados en tiempos de Covid-19

Nuestra vida personal y profesional está siempre en movimiento y, como todos sabemos, hay momentos más complejos que otros. En la actualidad, el Covid-19 nos expone a un cambio coyuntural que invita a repensarnos. Por eso me propuse reflexionar acerca de cuáles son las oportunidades en este momento y, puntualmente, cuáles son las oportunidades para abogados.

Detrás de toda crisis hay una oportunidad, y esta situación no es la excepción a la regla. Me permito subir la apuesta: detrás de toda gran crisis, hay una gran oportunidad.

Quienes me conocen saben muy bien que mi visión del mundo siempre apunta a ser flexibles y estar preparados para el cambio de paradigma que se presente en el ámbito profesional. Dentro de esta lógica, surge la necesidad de pasar de una cultura o paradigma de competencia a una cultura de colaboración y activación de la inteligencia compartida. Por esta razón, decidí abordar este enfoque en varios webinars organizados junto a:

Todos estos webinars abordaron temas similares:

¿Cuál es el contexto actual? ¿Cuáles son las oportunidades para abogados? ¿Cómo tenemos que prepararnos para adaptarnos a los cambios y a estos tiempos de incertidumbre?

Estas y otras preguntas fueron las que propuse como punto de partida de los debates. El material que comparto aquí se generó en conjunto con todos los participantes.

En este artículo abordaremos tres temas fundamentales para darle forma a estas reflexiones:

  • Contexto general en tiempos del Covid-19
  • Oportunidades para abogados
  • Cómo poner en valor las oportunidades

¿Las analizamos? ¡Acompáñame!

Contexto de abogados en tiempos del Covid-19

Aunque nos cueste verlo, debemos comprender que las crisis también representan oportunidades para todos nosotros. En tiempos del Covid-19, rodeados de tanta incertidumbre, es fácil preguntarse: ¿en dónde estamos parados? 

El gran desafío es aprender a mirar detrás de lo obvio. Debemos deconstruir y volver a construir nuestras realidades. Debemos aprender nuevas formas y desaprender otras. 

En el contexto actual, ¿con qué nos encontramos los abogados? 

  • Alteración de las rutinas: no sólo han cambiado nuestros roles, ahora somos multitask
  • Cambio en el manejo de los tiempos: vivir en el día a día requiere de un entrenamiento especial
  • Tribunales cerrados
  • Trabajo en casa
  • Freno y cambio en la cadena de pagos
  • Freno y cambio en el cobro de honorarios
  • Necesidades y reclamos de los clientes: hay respuestas que no podemos dar, lo que genera incertidumbre porque tampoco tenemos respuestas para nosotros mismos
  • Mediaciones frenadas
  • Audiencias suspendidas

El contexto nos invita a un profundo replanteamiento —a nivel personal y colectivo— de nuestro modo de vida y nuestras prioridades. De cierta manera nos obliga a la reflexión y revisión de lo que empieza a ser más valioso, esencial y vital para nuestra vida personal y profesional. 

La realidad actual es tan disruptiva que, sin dudas, es imposible negar el cambio de paradigma. Muchas de las cosas que antes ni siquiera veíamos, ahora pasan a ser esenciales.

Siendo así, nos preguntamos: ¿en qué cambió nuestro contexto? ¿Cuáles son los desafíos que estamos enfrentando? Durante el webinar, hice estas mismas preguntas y mis colegas indicaron diversos factores que enumero a continuación:

  • “Mis horarios están alterados e incluso trabajo de madrugada”
  • “Cuesta armar una rutina cuando no se está acostumbrado a trabajar desde la casa”
  • “Al no tener horarios, siento que trabajo mucho más, aunque me siento más tranquilo”
  • “Siento que estoy participando de demasiadas videoconferencias”
  • “Debo priorizar gastos debido a las cadenas de pago cortadas”
  • “Visualicé la brecha digital y de accesibilidad de la sociedad, y el atraso en la incorporación de herramientas digitales de la justicia” 

En tu caso personal, ¿te identificas con algunas de estas cuestiones? Siendo así, ¿logras visualizar oportunidades para abogados en el contexto actual? Abordemos este tema.

Oportunidades para abogados

Como mencioné, cada crisis conduce a la búsqueda de nuevas oportunidades, algunas autogestionadas, otras dadas por el contexto. A mi modo de ver, quienes nos dedicamos a la abogacía tenemos la posibilidad de aprender nuevas habilidades que nos permitan transitar el presente y los tiempos por venir. 

Aquellos que sepamos aprovechar el contexto para impulsar nuestro trabajo, podremos convertirnos en verdaderos pioneros o guías para las generaciones venideras.

Aquí enumero las oportunidades para abogados que vislumbro en lo inmediato:

  • Impulso al manejo de la tecnología: ya no por gusto sino por necesidad.
  • Optimización de los tiempos: en base al armado de rutinas acorde a nuestra vida personal. El autoconocimiento, la conexión y el trabajo con nuestro poder personal es esencial para integrar este nuevo hábito y estos cambios. 
  • Limpieza y orden: revisar los tipos de causas y clientes con los que trabajamos. Y, en esa revisión, hacer un análisis y limpieza de cuestiones con las que tal vez no deberíamos continuar, al menos no de la manera en que lo hacíamos cuando todo seguía una cierta inercia. ¿Cómo estamos haciendo nuestro trabajo y cómo podemos abordar mejor el ejercicio profesional? 
  • Optimización de recursos económicos: evaluar la real estructura física que necesitamos para trabajar. ¿Cuántos metros cuadrados necesitamos destinar a nuestro espacio de trabajo? ¿Realmente son necesarios grandes despachos y espacios? ¿ Qué costos tienen? ¿Qué habilidades y virtudes que no requieren espacio físico —por ejemplo, la negociación, la flexibilidad, la apertura, la agilidad en la adaptación al cambio— valoran los clientes? ¿Cómo hacemos para que nuestra economía sea sustentable y sostenible?
  • Experiencia del home office: puede ser útil para entrenarnos a nivel personal y con un equipo de trabajo. Tomar esta experiencia nueva para todo —abogados, clientes, juzgados, auxiliares, etc— como un entrenamiento de aprendizaje, para ir creando o co-creando una forma de trabajo más aggiornada a un mundo que cambió y que seguirá cambiando.

En este punto me gustaría volver a compartir lo que los participantes de la charla aportaron al respecto. 

En relación a qué aprendizaje tuvieron en el último tiempo y qué descubrieron en esta nueva forma de trabajo desde casa, algunas de sus respuestas fueron:

  • “Me encontré con la posibilidad de profundizar conocimiento, doctrina y jurisprudencia”
  • “Utilizo al máximo la tecnología para vincularme más y mejor”
  • “Aprendí que puedo vivir con menos dinero”
  • “Tengo tiempo para participar de seminarios online que ofrecen los distintos colegios de abogados” 
  • “Vislumbro la oportunidad de cambiar procesos y hacerlos más ágiles, prácticos y expeditivos”
  • “Aprovecho el momento para trabajar en mi imagen de marca”
  • “He logrado ampliar mi servicio con plataformas como LegalSí y cobros mediante sistemas online”
  • “Puedo tener mi espacio de trabajo con sólo tener una PC a mano”
  • “Ver la vida más lenta me permite priorizar de otra manera, analizar, programar y diseñar un plan de crecimiento a mediano y largo plazo”
  • “Es una buena oportunidad para ampliar la visión que tenemos de nuestro trabajo, nuestra comunicación con el cliente, salirnos un poco de la estructura, amigarnos con la tecnología y ser más colaborativos entre nosotros”

Las respuestas recibidas durante la charla, y las que seguramente estás pensando en este momento, pone de manifiesto que, de manera instintiva, nos adaptamos rápidamente a los cambios y buscamos oportunidades. Eso es un buen indicio.

Ahora bien, ¿cómo seguimos?

Cómo poner en valor las oportunidades para los abogados

Me gustaría ayudarte a ordenar tus ideas en esta transición que estamos viviendo. El mundo no volverá a ser el mismo cuando la pandemia del Covid-19 esté controlada. Por lo tanto, hay que capitalizar todo el camino transitado y seguir buscando un entrenamiento personal para poder adaptarnos a estos cambios. 

Voy a poner en palabras precisas lo que tengo en mente. Los abogados necesitamos incorporar, en igual medida, tecnología e inteligencia emocional, y dar paso a la inteligencia colectiva, confiando profundamente en ella.

1- Incorporación de la tecnología

La posibilidad de crear una oficina virtual está al alcance de nuestras manos. El listado de herramientas es realmente infinito, pero aquí te comparto algunas de las que utilizo de forma habitual:

  • Trello: gestión de proyectos y equipos
  • Drive o Dropbox: compartir documentos en la nube
  • Procesador de texto (Google Docs) y hoja de cálculo (Spreadsheet), ideales para que varias personas trabajen en forma simultánea en el mismo documento
  • Zoom, Hangout, Google Meet o GotoWebinar: para reuniones virtuales o seminarios web
  • Manejo de redes como Linkedin o Facebook: para crear comunicarse con colegas o contactarse con posibles clientes

Pero la incorporación de la tecnología o las herramientas digitales es una pequeña parte de la transformación que necesitamos afrontar los abogados. El verdadero desafío está en las distinciones o habilidades en las que no hemos sido entrenados.

2- Incorporación de la inteligencia emocional

Esta distinción tiene que ver con la gestión de las emociones, el manejo de crisis y la autogestión. Es decir, cómo nos manejamos desde nuestra ansiedad, incertidumbre y miedos. 

En base a esto surgen preguntas del estilo de:

  • ¿Cómo cobrar los honorarios y sostener a la familia?
  • ¿Cómo manejar los equipos de trabajo, ya sean pequeños o grandes?
  • ¿Cómo hacemos, tanto nosotros los abogados como nuestros clientes, para gestionarnos dentro de la incertidumbre?
  • ¿Cómo fomentamos la práctica colaborativa?

La inteligencia emocional es un valor que debemos incorporar a nuestra profesión, es decir, debemos sumar la escucha, la presencia, la empatía, la generación de confianza y las prácticas colaborativas. 

Es preciso comenzar a ser abogados con poder humano, empáticos, flexibles, ágiles, colaborativos, y trabajar juntos, en equipo, aunque la naturaleza de nuestra profesión tienda a enfrentarnos. Nuestra misión es ayudar al cliente y a las partes a resolver el conflicto, para llegar a acuerdos conscientes.

La inteligencia emocional nos permitirá manejar esos escenarios, nos brindará seguridad en nosotros mismos para la gestión de nuestro propio espacio emocional, que hoy se encuentra conectado con la falta de certeza, la incertidumbre, la inestabilidad y la poca claridad del panorama en general. Desde nuestro propia gestión personal contaremos con herramientas para ir hacia afuera, hacia el cliente, colega, tribunales, equipos de trabajo, etc.

El mundo cambió y no hay necesidad de asustarse. Todo lo que podamos aprender a nivel personal en estos días de retiro, encierro y pandemia, debemos potenciarlo.

La oportunidad para los abogados está, entonces, en trabajar en nosotros mismos, en nuestro propio poder personal, a través de la incorporación de la inteligencia emocional como eje y clave de este nuevo paradigma. Dejar de ver el problema afuera, y trabajar en nuestras propias habilidades y gestión de las emociones. Difícilmente podamos ir a gestionar conflictos en un contexto de incertidumbre total, si no tenemos nuestro propio eje en línea, enraizado y empoderado.

3- Activación de la inteligencia colectiva

Para los abogados, este punto es fundamental ya que tiene que ver con la conversación. Todos tenemos temas para debatir, pero ¿cómo hacemos para activarlos?

Hace tiempo que llevo adelante lo que denomino “conversatorios”, que pueden ser presenciales o virtuales. En ellos trabajamos dinámicas que ayudan a desarrollar la inteligencia colectiva. Un tema que uno de nosotros puede aprender, puede ser una idea que tenga sentido para todos.

La activación de la inteligencia colectiva se basa en transmitir nuestros conocimientos, para lograr un beneficio colectivo. Una de las tantas formas de convertirnos en los abogados que el mundo está necesitando.

El nuevo abogado

Estamos viviendo en el conocido mundo VUCA: volátil, incierto, complejo y ambiguo. Para poder adaptarnos a este mundo, necesitamos visión, entendimiento de lo que pasa en el contexto, claridad y agilidad. 

Esto se traduce en apertura, flexibilidad, escucha y comprensión.

Entonces, ¿cuáles son, en definitiva, las oportunidades para abogados? El mundo VUCA pide un abogado con poder humano, colaborativo, con una estructura liviana que le permita ser ágil, tecnológico, que resuelva conflictos.

Este es el mejor momento para comenzar a trabajar en nosotros mismos, para comenzar a convertirnos en un nuevo abogado.

La crisis del Covid-19 nos ha empujado a transitar este camino de transformación. Ya que estamos obligados a recorrerlo, ¿qué tal si lo visualizamos como una oportunidad?

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